Reformas

Felipe V dio pie al comienzo de la práctica del despotismo ilustrado en España. Abolió todos los fueros existentes para algunas provincias, excepto los de Navarra y las provincias Vascongadas, a modo de premio por su lealtad. Se mantuvieron únicamente las Cortes de Castilla, pero pasaron a llamarase 'Cortes Españolas' . Además se lograron enmendar, al menos en parte, los graves problemas de corrupción política, se sustituyeron los Consejos por ministros y se reestructuró el sistema fiscal introduciendo un concepto más moderno del catastro, aunque esto tampoco trajo importantes cambios ya que  se centraba en hacer desaparecer a aquellos gobernadores que en sus zonas de influencia actuaban como señores feudales, pero esto no pudo llegar a cumplirse realmente, las normas apenas se cumplían pues chocaban con los intereses de quienes poseían el poder económico. Únicamente en ciertas regiones menos pobladas se pudo aplicar realmente la política centralizadora de los monarcas. Por otra parte, los ilustrados españoles, viendo las dificultades que la sociedad tenía para poder superar  las situaciones de crisis en las epidemias y hambrunas, comenzaron a defender la idea de que  el mercado debe ser abierto y que se ha de desregular de ciertas normas del tráfico mercantil. Esta creencia se llevó a la práctica eliminando las trabas comerciales de la península, así como se aplicó la liberalización parcial del comercio exterior (total con América).

Carlos III fundó  fábricas tanto de lujo como de artículos de consumo, en consecuencia,  apareció la necesidad de suficentes trabajadores especializados que trabajaran en estas manufacturas,  para ello se  crearon escuelas de Artes y Oficios por toda España, además la corona promovió una serie de expediciones científicas y la enseñanza militar.
Siguiendo con estos cambios referentes a la educación, se erradicó la escolástica, que hasta ahora había dominado la enseñanza universitaria, favoreciendo la extensión del espíritu ilustrado. Surgieron además las  'Sociedades Económicas de Amigos del País': constituyeron un modelo de encuentro entre intelectuales y también favorecieron la propagación de conocimientos tecnológicos. En ellas no había  distinción de clases y  aspiraban  a desarrollar económicamente las regiones donde estaban implantadas.

De cualquier modo, muchos de estos avances sufrieron un retroceso durante el mandato de Carlos IV.