Difusión de la Ilustración

Entre los diversos cauces de influencia ilustrada por los que las nuevas ideas penetraron en España podemos nombrar como ejemplo: la obra y personalidad de Feijoo, defensor del racionalismo, que divulgó la ciencia de Newton y criticaba los prejuicios tradicionales y las supersticiones, a las que trató de combatir, invitando siempre a buscar la verdad. Además traducía y escribía libros que eran publicados por lo general en clandestinidad ya que introducían las nuevas ideas del enciclopedismo y de la filosofía racionalista, aunque no fue el único que así hizo.

Otro factor a tener en cuenta es el de la moda, que en esta época hizo que ciertos sectores de la nobleza y de la emergente burguesía comenzaran a viajar (esta moda provenía de la influencia de la corte francesa y afrancesada) y así a impregnarse de los ideales de otras sociedades más desarrolladas. Por otra parte, ciertas sociedades como Las Sociedades Económicas de Amigos del País  favorecieron la propagación de conocimientos tecnológicos, también entre las clases sociales bajas puesto que dentro de ellas no existía la distinción de clases, además favorecían al desarrollo económico de las regiones donde estaban implantadas; surgen también instituciones culturales que impulsaron el desarrollo de la lengua como la Biblioteca Nacional o la Real Academia Española, que se fundó en 1713 de la Lengua. La RAE publicó a finales del siglo XVIII la primera edición del Diccionario de la Lengua Castellana, la Ortografía y la Gramática de la Lengua Castellana.

Por último, la política pacifista y progresista de los reinados de Fernando IV y sobre todo de Carlos III, con sus consecuentes reformas, hicieron que el país evolucionara, aunque sufrió igualmente un retroceso bajo el mandato de Carlos IV.