La moral y la ética

La moral, hasta esta época se guiaba por las instrucciones de la Iglesia, muchas veces ni siquiera era comprendida por los fieles, que tan sólo actuaba como se les mandaba pero en este momento comienzan a surgir pensadores, intelectuales que anhelaban una sociedad ideal, para alcanzarla se propuso un nuevo tipo de ética, una que se alejara de las tradicional moral guiada por la ferrea inquisición de la Iglesia, una ética racional: Kant afirmó que el hombre ha de ser moral en la vida porque así lo exige nuestra razón, no porque otro te lo mande. Decía, por ejemplo, debes respetar tu propia libertad y la de los demás no solamente cuando esperas sacar de ella un provecho, sino siempre y en todas las circunstancias porque la libertad es un bien absoluto y es ella misma lo que se adopta como finalidad: todo lo demás no es más que un medio.  En esto reside la base de la moral y del derecho.

Por otra parte, el cambio en la moral también se dio debido a la aparición de la nueva clase social que es la burguesía, surgiendo a su vez un nuevo modo de regular las relaciones sociales. Desaparecieron las trabas feudales, creándose así un mercado nacional único que tenía como ley fundamental la ley de la producción de plusvalía, cuyo único fin es el de buscar el máximo beneficio, lo que favorece el nacimiento de una moral propia, en la que el culto al dinero y la tendencia a acumular los mayores beneficios propiciarán el que florezcan sentimientos de egoísmo, hipocresía, cinismo e individualismo. Por otra parte, en las fábricas se trata de inculcar al obrero la idea de que como ser humano forma parte de la empresa, de un conjunto, creando una moral común despojada de toda cabida a lo particular, alejando a las personas de sus verdaderos propios intereses y contribuyendo así a fortalecer y justificar los intereses promovidos por la ley de plusvalía que como ha sido mencionado anteriormente, alentaba a buscar únicamente el máximo beneficio (para el dirigente, el empresario, pero pretendido que el obrero olvidara sus propios intereses).

En estos tiempos se echa mano de la moral para justificar la opresión practicada sobre los pueblos colonizados. Esta moral colonialista trata a la resignación, la humildad o la pasividad como virtudes de los países colonizados, puesto que convienen al país opresor, en cambio se cataba moralmente la holgazanería, criminalidad, hipocresía y apego a la tradición de su pueblo, para alegar la necesidad de imponerles la moral, costumbres, etc de una civilización “superior”.

La ética siempre condiciona la forma de actuar de las personas con lo que de ella dependen en gran medida el resto de los órdenes de la vida y es la filosofía la que influye en las inclinaciones de la ética de las personas, (es decir, sobre lo que he escrito arriba) por lo tanto se ha de echar un buen vistazo a las ideas y comportamientos que los filósofos de la época, y también de épocas anteriores que ejercían cierta influencia, promovían: el Antropocentrismo, el Racionalismo (René Descartes, Blaise Pascal, Nicolas Malebranche, Baruch Spinoza, Gottfried Wilhelm Leibniz), el Empirismo (Francis Bacon, John Locke y David Hume), el Materialismo (La Mettrie, D´Holbach), el Hipercriticismo, el Pragmatismo, el Idealismo (George Berkeley e Immanuel Kant) y el Universalismo. Ya se ha mencionado a Kant, quien porta el papel protagonista en considerables de las secciones que dividen la vida y sigue teniendo importante presencia, en esos temas, a día de hoy.